Bajo el concepto de Showroom Virtual o Showroom Digital nos podemos encontrar diferentes tipologías de herramientas, que en mayor o menor medida tratan de simular aquellas actividades que se realizan en un showroom físico o en una feria comercial, utilizando muestras digitales de los productos, en algunos casos simulando virtualmente los espacios físicos habituales como salas de exposiciones o tiendas.
La dinámica es invitar a tus clientes a reuniones virtuales, presentar muestras digitales de los productos (fotografías, vídeos, 3D) de una manera personalizada, que inspire y los motive, y que permita mantener una conversación interactiva entre ambas partes, materializandose una selección de productos y que conlleve la finalización de una transacción.
Identificamos los siguientes elementos funcionales como base de lo que se denomina Showroom Digital.
– Gestión de catalogo: Se trata de poder disponer del catálogo de productos con todas sus características e información asociada, incluyendo no solo datos cualitativos, sino también imágenes, videos de productos o copias de productos en 3D.
Es importante destacar que cada fabricante pueda disponer de un esquema de navegación por el catálogo adaptado a sus necesidades y tipologías, como son las categorías, elementos de búsqueda, identidad corporativa, etc. Ya que de esta manera, la usabilidad de la herramienta será óptima.
La carga de catálogo se debe poder hacer de manera sencilla, por ejemplo, mediante ficheros Excel, xml o bien mediante API’s estándares, lo que supone una automatización de los procesos de carga y actualización de los datos del catálogo.
– Material promocional o inspiracional: Nos referimos a todo el contenido que no está asociado directamente al producto, como pueden ser videoclips , galerías de imágenes, lookbooks, guías de tallas o colores, posters o material de merchandising.
Se debe disponer de un repositorio con este material para poderlo presentar a los clientes durante las sesiones. Incluso es deseable, disponer de la posibilidad de compartir de este material con los clientes después de las sesiones mediante un acceso específico.
– Personalización de los catálogos. Uno de los elementos clave de un Showroom digital es poder personalizar la propuesta de productos para cada cliente, según la situación. Para ello debe permitir preparar con anticipación la selección de un surtido de productos adaptado a las necesidades especificas de la sesión con el cliente.
Mientras en el entorno físico, la sesión está limitada temporalmente a la reunión con el cliente, en el caso de esta herramienta digital, permite el acceso en cualquier momento, consultar de nuevo la selección, o incluso modificarla.
Esto nos permitirá, por ejemplo. previo a la reunión virtual con el cliente, preparar todo el material que vamos a utilizar tanto en la selección de productos adaptado al cliente, como el material inspiracional que queremos compartir en la sesión.
– Área de trabajo: En esta zona los participantes pueden ver los productos, consultar información adicional, discutir y analizar el producto, comparar y por último seleccionar el producto o productos, como parte de la futura compra.
Este espacio virtual debe ser dinámico y participativo. Debe permitir la interacción en tiempo real si así se desea.
La propuesta en algunas herramientas es la simular mediante tecnologías de realidad virtual un determinado espacio físico, de manera que la experiencia sea más cercana a lo que podría ser un showroom físico, o simplemente una tienda. Esta aproximación, aunque atractiva, supone cierto nivel de limitaciones en cuanto a al dinamismo del proceso de consulta y selección, debido a las necesidades calidad de las conexiones entre otros aspectos.
– Accesibilidad en todo momento desde cualquier lugar
La gran ventaja de un Showroom digital es la posibilidad atemporal de trabajar en la selección de productos y visualización del catálogo y el contenido asociado.
Mientras en el entorno físico, la sesión está limitada temporalmente a la reunión con el cliente, en el caso de esta herramienta virtual, permite el acceso en cualquier momento, consultar de nuevo la selección, o incluso modificarla.
Un escenario de uso típico puede ser celebrar una sesión con un cliente mediante una llamada de Zoom, presentar una colección, realizar con el cliente una selección de productos y posteriormente compartir esta selección. Posteriormente se les puede dar un acceso personalizado para que en cualquier momento pueda consultar el catálogo, la selección realizada o simplemente descargarse los videos promocionales de la actual campaña.
Es Importante destacar que muchas de estas herramientas permiten acceder desde diferentes entornos, desde un portátil a un dispositivo móvil, pasando por pantallas táctiles o muros digitales. Estableciendo una videollamada mediante cualquier solución de mercado (Zoom, Google Meets, Teams, etc) se accedería al entorno compartido de trabajo.
– Selección del cliente y pedidos.
Al igual que en el entorno físico, después de una sesión con el cliente, es necesario transformar la selección de productos en un pedido. La ventaja de este entorno es que al tratar con muestras digitales del producto, este proceso es inmediato, pudiendo exportar toda la información a los sistemas de gestión de manera sencilla y rápida mediante ficheros de datos o bien mediante una API estándar.
Como resumen, podemos afirmar que en el mercado hay multitud de propuestas de Showroom Virtuales, uno más orientados a la simulación de los espacios físicos y a simular la experiencia física de un showroom físico, mientras que otras soluciones se enfocan a la parte operativa del proceso de selección y compra.
En el mercado hay soluciones complejas que exigen un grado importante de integración con los sistemas y complejas instalaciones, mientras que hay soluciones más sencillas que son transparentes a los sistemas del cliente, accesibles desde cualquier dispositivo. La selección de uno otro modelo dependerá de las necesidades de cada cliente, la calidad de los contenidos disponibles y los recursos tanto humanos como económicos que quiera invertir.
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