Los clientes de han cambiado, y con ellos las empresas. En los últimos años la industria ha evolucionado hacia una ola de nuevas tendencias a las que las marcas se han tenido que ir adaptando haciendo desaparecer muchos aspectos tradicionales del sector.
Este informe dividido en dos partes resume los cambios principales del sector, pasando por varias áreas clave del mismo.
Parte I: La industria retail en números.
Según un estudio de Acme (Asociación de Creadores de Moda de España) junto con ISEM (Fashion Business School) en España existen 6.800 empresas dedicadas al sector retail, con casi 760.000 establecimientos comerciales, y un volumen de inversión de 3.800 millones de euros. Constituye un 2,9% del PIB y un 4,3% del empleo (datos del pasado año 2018).
El Retail representa el 2,9% del PIB en España y el 4,3% del empleo
Internacionalmente representa una de las industrias más importantes, siendo el número siete a nivel global. Es un sector dinámico y creciente, pero muy heterogéneo, fragmentado y polarizado, que ha experimentado su periodo más complejo en estos últimos 5 años, con cambios de todos los ámbitos, desde cambios externos, como la climatología adversa, cambios tecnológicos, con la introducción de nuevas metodologías digitales de trabajo, y crecimiento de e-commerce, y cambios en los hábitos del consumidor, que tiene un conocimiento mucho mayor al que tenía antes.
En términos económicos, después del largo periodo de crisis en el año 2014, la industria comenzó a estabilizarse, y creció en el 2015 un 3,6%, que volvió a bajar al año siguiente a causa de factores externos, como la larga incertidumbre política y la climatología adversa, que hoy en día siguen afectando al sector. Sin embargo volvió a retomar su crecimiento en los años siguientes, con una subida del 4,4% y 6% respectivamente (en los años 2017 y 2018), y se espera que siga aumentando en los próximos años.
…climatología adversa, cambios tecnológicos, con la introducción de nuevas metodologías digitales de trabajo, y crecimiento de e-commerce…
Por otra parte, los hábitos del consumidor han evolucionado determinando el futuro del sector. Antes era el retailer el que escogía que productos iba a tener en su tienda y el consumidor compraba lo que se le aconsejaba. En la actualidad el cliente ha dejado de ser un sujeto pasivo para convertirse en sujeto que demanda en su experiencia de compra autenticidad, novedad, conveniencia y creatividad. El consumidor espera una experiencia de compra 360, es decir, todas las ventajas de lo digital, como son más variedad de productos, más información, y las opiniones de otros usuarios, pero también, quiere las ventajas del canal tradicional como el servicio personalizado de la tienda física y poder “tocar” el producto. El cliente es cada vez más exigente, se informa, busca, y compara, y espera una experiencia de compra que vaya más allá de una mera transacción.
Este cambio de hábitos ha afectado tanto al canal online como offline, que en los últimos años se han encaminado a dar un servicio de venta conjunto a través de la omnicanalidad. Las empresas más innovadoras han asumido que la tecnología es una parte fundamental para ser capaces de ofrecer una experiencia de compra óptima, además de contribuir al desarrollo de nuevas herramientas que aumenten la lealtad de los clientes hacia las marcas.