Este informe dividido en dos partes resume los cambios principales del sector retail, pasando por varias áreas clave del mismo.
Parte II: E-commerce, nuevas tecnologías y logística
E-Commerce ha sido de los canales comerciales con más crecimiento en los últimos años. El año pasado 7 de cada 10 euros gastados en el sector se consumieron a través de la red online. Este auge ha contribuido a la proliferación de plataformas digitales y aplicaciones móviles. El mercado online se muestra muy dinámico, inteligente y con un alto grado de competitividad. Los retailers están centrados en estrategias que ayuden a incrementar las tasas de conversión, mejorar el posicionamiento de sus productos a través de buscadores, incrementar la fidelidad de los clientes y disminuir las altas tasas de devolución.
Las redes sociales también han tenido un papel muy importante en la evolución de esta industria y se han convertido en una de las tecnologías más importantes, y también en uno de los motivos por los que los hábitos del consumidor se han dirigido hacia la personalización, los usuarios se han convertido en su propia marca, y buscan ser diferentes al resto, por lo que cada vez reclaman productos más personalizados. Por otra parte, las compras y la publicidad de las marcas en las redes sociales han resultado fundamentales estos años, y siguen avanzando para convertirse en otro canal de venta dentro del e-commerce.
Las redes sociales continúan avanzando para convertirse en otro canal dentro del e-commerce.
Las compras a través de dispositivos móviles continúan evolucionando y las empresas concentran sus estrategias en que los usuarios puedan comprar en cualquier momento gracias al OIT o Internet de las Cosas, lo que significa que el usuario pueda comprar a partir de un smartwatch, el display de su nevera, o una SmartTV. Las empresas deben adaptar su oferta a cada tipo de dispositivo.
En el ámbito logístico, la llegada de retailers como Amazon y su avanzado modelo de distribución ha provocado que se hayan desarrollado redes de distribución y sistemas logísticos de dropshipping para agilizar procesos y ofrecer a los clientes los mismos servicios de los grandes retailers, ya que se ha convertido en una de las opciones más demandadas por el consumidor.
La llegada de retailers como Amazon ha forzado a las empresas a desarrollar redes de distribución para poder ofrecer los mismos servicios que los grandes retailers.
En cuanto a las tiendas físicas, el objetivo es centrarse en construir espacios para conectar a las marcas con el consumidor. Los retailers están enfocados en la omnicanalidad y que estos espacios se conviertan en lugares centrados en ofrecer al cliente una experiencia de consumo diferente y personalizada.
Moda y tecnología van cada vez más de la mano. Las tecnologías más punteras como la inteligencia artificial, robótica y la realidad virtual comienzan a abrirse paso, sobre todo el Big Data. Algunas empresas lo están utilizando no solo para las campañas publicitarias o mejorar la experiencia del cliente, sino también para la creación de sus colecciones, a través del análisis de las búsquedas del consumidor. También cada vez están más en auge los probadores inteligentes, en los que los consumidores pueden ver cómo les quedaría la prenda en diferentes colores, consultar stock, o compartirla con sus amigos a través de las redes sociales o correo electrónico.
Pero la tecnología también ha revolucionado las metodologías y los procesos de trabajo. En los últimos años muchas empresas se han dedicado a desarrollar herramientas para optimizar procesos, ahorrar tiempo, y facilitar las decisiones estratégicas a estas empresas. Las soluciones van desde la digitalización de pedidos al por mayor, con el desarrollo de showrooms digitales, herramientas de gestión de catálogos, donde almacenar toda la información de los productos y poder llevar seguimiento de los mismos o sistemas para desarrollar las colecciones, que permitan a los compradores llevar seguimiento de los artículos en desarrollo y tener feedback de los mismos.
En los últimos años la moda ha dado un giro hacia el consumidor, que tiene la palabra sobre las empresas. La herramienta clave que tienen estas para competir en este mercado es la tecnología, cada vez más avanzada, que les permitirán analizar a estos usuarios para ofrecerles la mejor experiencia posible.